Miriam está orinando sentada en el balde de
pintura. Saca monedas de su bolsillo y comienza a contarlas.
Miriam: Llevamos
siete lucas. Siete mil seiscientos cincuenta, más un cagao que me dejó treinta
pesos guachos. Los medios autos y le andan dejando a una veinte o treinta
pesos… y esperan que una les dé las
gracias. Pero no hay pa’ qué andarse calentando la cabeza. Si me deja menos de
gamba, a la vuelta lo agarran los cabros. Allá en esa esquina lo acorralan, por
cagao. A los que dejan sus güenas moneas, les digo que se vayan por otro lado.
Lo justo es justo. (Se para, se sacude,
arregla su ropa y arroja el contenido del balde a la tierra) Los cabros a
veces se vienen a meter acá. Como siete cabros de éste porte, chiquititos.
Cuando eran guaguas yo les regalaba yogures cuando andaban ajuera. Me daba pena
que anduvieran botados. Una no sabía si habían comido, si dormían en la calle…
aparecían de repente y al otro día no estaban. Siempre cochinos, sin zapatos…y
como no hablaban, nadie sabía de quien eran los cabros. Ahora los más chicos
tienen como seis o siete años y como trece o catorce tiene el más grande, el
que los manda. Los más chicos se meten a las casas, se pasan por entremedio de
las rejas y entran por las ventanas de los baños. Puta que me daban pena antes,
pero ahora, tengo que andar con esto (Muestra
un fierro grueso), pa defenderme y pa que no me anden abriendo los autos.
Así un camote me llegó en la caeza y otro así de éste volao me llegó en la
esparda. Casi me matan la guagua, no ve que ando enferma. Una cuando está preñá
no puede andar tirando camotes, por eso, un solo fierrazo y listo. Pero lo
tengo por si a caso no más…prefiero mandarles autos pa la esquina, así no se
vienen pa acá… que agarren a los cagaos. Que les quiebren los vidrios, que los
muelan a patás, que les meen el hocico…y que se metan sus treinta pesos por la
raja. Lo que es yo, apuesto que me hago más de diez lucas de aquí al mediodía.
Y si la hago todos los días tengo setenta lucas a la semana…y en un par de años
me forro en plata ¿Cierto pirgüín? Vo vay a usar pañales de los caros. Nunca se
te va a cocer el poto. Vo vay a ser otra weá. Vay a ser presidente, vay a ser
alcalde, vay a ser carabinero. Pirgüín carabinero, pirgüín paco, mi propio
paco, mi paco chico. Vay a tomar leche de la más cara y te vay a pitiar a todos
los cabros ¿Cierto pirgüín? Falta alguien que les meta miedo, falta que los
dejen derechitos. Eso falta. Falta plata y faltan pacos.