¿Egoísta? Siempre he sido bastante generosa. De hecho, comparto mis golondrinas, mis golonrisas y mis golonrimas. Comparto también mi agua mojada, mis palomas amarillas, mi voz rota y mis rodillas rudas. Puedo compartir los versos más tristes esta noche, mientras sueño con detectives helados junto a mis perros románticos. Comparto, aunque no lo crean, esa misteriosa llaga del azar, donde la luz dialoga con el viento. Comparto incluso mi mansión imaginaria, rodeada de árboles imaginarios a la orilla de un río imaginario ¿Qué más quieres? Soy yo, desconcertadamente desnuda, rebelde contra todo lo establecido. ¿Te parece demasiado?
No te sorprendas; lo comparto todo.
Todo excepto mi originalidad.